Desde Ardidac pensamos que la labor de un juguete de madera va más allá que la de entretener, también debe transmitir experiencias, también debe conseguir que los niños y niñas desarrollen el hecho de relacionar el hecho de jugar con otros conceptos, contribuir a potenciar sus competencias intelectuales y por supuesto debe apoyar su desarrollo físico y social.
Un juguete de madera permite a una niña oa un niño tocar, sentir y descubriendo jugando, es respetuoso con el medio ambiente, es diferente y atemporal. ¿Quién no ha guardado un juguete de madera y que después ha utilizado un sobrino, un primo o incluso un hijo?
Los juguetes de madera sufrirán golpes e incluso mordeduras, por tanto se debe estar alerta de que no aparezcan astillas que puedan dañar a los niños y niñas, así como vigilar las posibles reacciones alérgicas y por este motivo la calidad y la seguridad nos lleva con cuidado a la hora de elegir los materiales que deben ser los más adecuados para este tipo de juguetes, ya que no todas las maderas cumplen en el 100% los requisitos que nosotros exigimos.
Nuestra garantía es la calidad y durabilidad que nos exigen nuestros clientes, que son profesionales de la educación, y por este motivo nuestros controles de calidad son muy rigurosos para cumplir fielmente las normas de seguridad establecidas, sometiendo a nuestros productos a pruebas de ensayo intensas y controles adicionales de calidad y seguridad
Nos avalan más de 30 años de especialización en el mercado de los juguetes de madera, lo que garantiza una base sólida para el éxito de nuestra labor, nos gusta y nos exigimos cada día realizar el trabajo bien hecho para poder dar garantías en todos los sentidos y por eso nos basamos en la seguridad y sostenibilidad que para nosotros es mucho más que un razonamiento para la venta.